- La empresa cuenta con una cartera de 4.500 clientes repartidos entre 155 países
- Los mercados principales de Vega Sicilia son Estados Unidos, México y Suiza
La Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid (UVa) ha entregado a Bodegas Vega Sicilia S.A. el III ‘Premio Empresa Exportadora’, una distinción con la que la institución quiere destacar la labor comercial de las empresas de Castilla y León fuera de las fronteras del territorio nacional.
Para el fallo del jurado, compuesto por docentes del Máster en Comercio Exterior, ha sido necesario una selección y análisis previo, por parte de los alumnos de la última promoción de dicha formación universitaria. Una vez concluida la fase de documentación y estudio, los estudiantes han presentado sus conclusiones a los profesores, los encargados de
destacar a la empresa ganadora.
Así, el tribunal ha distinguido a esta bodega, fundada en 1864 y en manos de la familia Álvarez desde 1982, con Pablo Álvarez a la cabeza, por su labor, dedicación y ser un referente mundial, capaz de “no solo competir” sino ganar concursos internacionales a las considerados “mejores” vinos: los franceses. “Es más”, ha continuado el decano de Comercio, José Antonio Salvador Insúa, “sería el mejor vino del mundo” si tuviera sello galo.
En representación de la bodega ha estado el director Financiero y Administrativo, Emiliano Yagüe Marín, quien ha disculpado la ausencia de Álvarez por motivos laborales, se encontraba de viaje, actividad que realiza con” mucha frecuencia” y que es “imprescindible” para que la empresa, esta o cualquiera, se dé a conocer.
Yagüe Marín ha repasado la historia de Vega Sicilia, desde los primeros inicios, en el siglo XIX cuando Eloy Lecanda adquirió vides de Borgoña y Burdeos y las plantó en una finca que, por sus particularidades, no era buena para cultivar pero tenía un suelo único para estas plantas, hasta los nuevos proyectos del grupo, con la mirada puesta en tierras gallegas, un lugar muy especial donde cada metro cuadro “vale un potosí”.
Y es que a lo largo de estos casi 160 años, Vega Sicilia ha permanecido en lo más alto de un sector muy competitivo gracias a la dedicación, el continuo cuidado y mejora de la finca, convenios con universidades y la implantación, desde hace años, de medidas contra el calentamiento global y sus efectos en las plantas, entre otras.
EL VINO MÁS CARO
El directivo ha recordado que Vega Sicilia, en los años 20, ya era el vino más caro de España, circunstancia que se debía a su prestigio y no a una producción corta de botellas, con unas ventas notables que se vieron muy perjudicadas durante la Guerra Civil y años posteriores.
La contabilidad comenzó a recuperarse en los años 60, y en ese momento se lanzó como novedad la adjudicación de los cupos de compra para los clientes. Pero no fue hasta 1964, y tras cinco propietarios, cuando se inició su primera expansión de la mano Hans Neumann, ingeniero químico venezolano y una de las mayores fortunas de Latinoamérica de la época.
La llegada de la familia Álvarez, propietaria de Eulen, tuvo lugar en 1982. Pablo, el segundo hijo de David, según ha señalado Yagüe Marín, observó las particularidades de un negocio, Vega Sicilia, “muy reconocido y con un producto buenísimo” y desde entonces su labor se ha dirigido a “mantener el nivel a través de la calidad”.
Ahora bien, la bodega contaba con las limitaciones del espacio, por lo que las labores de expansión se dirigieron a la adquisición de otras cavas. Así, adquirieron Alion (Peñafiel, Valladolid), Tokaj, (vino dulce húngaro), Pintia (en Toro, Zamora) y Macan (Rioja), y están en negociaciones para sumar terrenos de Galicia al grupo.
En este sentido, el directivo ha reconocido que muchas de las compras realizadas por Vega Sicilia se han operado a través de nuevas sociedades o socios, para evitar subidas de precio solo por el hecho de quién las adquiere. “Parece que si se ve Vega Sicilia detrás de una operación hay que cobrar más”, ha comentado, al tiempo que ha puntualizado que no siempre han ocurrido estas situaciones y que tampoco ha sido posible mantener el secreto hasta el final siempre.
PAPEL SOCIAL
Para Yagüe Marín, la razón de ser de las empresas reside en su papel social, en el rol que adoptan como agentes activos que proporcionan lo que consume la sociedad, y en su eficiencia en la producción de bienes y servicios, tanto en el entorno nacional como internacional.
En este sentido, ha puntualizado que, a pesar de las nuevas tecnologías, las labores de exportación son las mismas, si bien con distintos nombres, y que siempre, “lo primero de todo”, es la producción. Pero para ello hace falta dinero, “energía” para satisfacer las “ingentes” necesidades que demanda la sociedad, por lo que si el capital se refugia en el marco financiero “habrá problemas”.
Sobre la labor de comercio exterior de la bodega, Yagüe Marín ha indicado que Vega Sicilia está presente en 155 países, si bien alguno de forma testimonial (unas cien botellas), que tiene una producción actual 1,2 millones de botellas, y que el objetivo es
llegar a los dos millones en 2030. Por mercados, Estados Unidos, México y Suiza copan el podio de ventas.
“Hay que cuidar el prestigio en el exterior para que te valoren en casa”, ha subrayado en referencia a estos mercados, en particular al americano, donde esperan poder llegar a vender entre 200.000 y 300.000 botellas en siete años. Sin embargo, y a pesar de ser un sello de calidad de España, facilitador de sinergias para otros vinos en tierras americanas, este éxito no es bien recibido por todos.
En cuanto a si la orientación de las ventas se hace desde la producción, el director financiero ha señalado que desde hace seis años Vega Sicilia cuenta con comités de catas con expertos de todo el mundo que, en alguna ocasión, han servido para modificar algún vino, rebajando el tiempo en barrica, por ejemplo, pero que es la misma producción para todo el mundo, con independencia del consumidor.
GRUPO EMPRESARIAL
Cuando Vega Sicilia pasó a formar parte de la vida de la familia Álvarez en 1982 se pusieron los cimientos para la creación de TEMPOS Vega Sicilia. Desde entonces y hasta ahora, con más de 35 años de esfuerzo y dedicación, se ha registrado un crecimiento sólido y firme, la incorporación de vinos elaborados en distintas zonas vitivinícolas, el acercamiento de nuevos consumidores por todo el mundo y el asentamiento de las bases para un futuro “prometedor”.
Este proyecto se apoya en dos ejes fundamentales: la consistencia de la calidad del producto, como elemento de garantía en las distintas añadas, y la dedicación al cliente bcomo elemento referencial en su actividad diaria. Ambos ejes han guiado el desarrollo del grupo y han permitido un crecimiento sólido, tanto en términos de estructura productiva como de distribución y posicionamiento de los distintos vinos.
La estrategia de desarrollo ha seguido una pauta de crecimiento basada en la implantación de nuevas bodegas, en zonas de elaboración con un potencial cualitativo y diferenciador suficiente. En la actualidad el grupo consta de cinco empresas: Bodegas Vega Sicilia S.A, Bodegas y Viñedos Alión S.A, Bodegas y Viñedos Pintia S.A, Benjamin de Rothschild & Vega Sicilia S.A. y Tokaj-Oremus Kft. Las cuatro primeras, en España y la quinta, en Hungría.